Add parallel Print Page Options

donde sólo quedan restos olvidados;
o como cuando se golpea un olivo
y sólo quedan dos o tres aceitunas
en la punta de una rama,
o a lo sumo cuatro o cinco en todo el árbol.
Lo afirma el Señor, el Dios de Israel.

En ese día
el hombre volverá sus ojos a su creador,
al Dios Santo de Israel.
No volverá a mirar los altares ni otros objetos hechos por los hombres con sus propias manos.
No se fijará más en esos troncos sagrados
ni en esos altares donde queman incienso a los dioses.

Read full chapter